Si algo bueno tienen las fiestas es que están hechas para disfrutar, y ahora en estas fechas resulta que nos encontramos con un montón de sitios en los que las fiestas patronales son las protagonistas. Por ejemplo, en la Mancha podemos decir que hay muchas más fiestas de las que nos imaginamos entre las que podemos resaltar las del vino, son fiestas muy conocidas y populares que cuentan con mucha tradición y con muchos visitantes. Ahora mismo en este preciso instante están en plena fase, desde el día 30 de agosto hay miles de personas disfrutando de unas fiestas deseadas y esperadas, unas fiestas que se organizan con mucho tiempo de antelación y en la que participan muchas personas en pro de que todo salga a pedir de boca. Como no podía ser de otra manera el vino es su fiel protagonista, los platos típicos y la limoná, además de las gachas y las migas acompañadas por sus uvas, platos tradicionales muy típicos y que no pueden faltar en las fiestas ni en la vendimia.

Echando un vistazo a su libro de fiestas podemos ver que lo que tienen organizado tiene que ver mucho con el vino, sin duda la bebida que triunfa en cualquier barra de bar de la plaza de España, donde la gente se reúne cada día en honor a su pueblo y a su patrona, los carros muy típicos en estas fiestas, son decorados con mimo y demostrando una vez más que se orgullecen de ser valdepeñeros de ser la mejor cuna del vino de la Mancha. Por eso es posible ver como las barricas, los litros de calimocho bañan las calles centrales de esta ciudad que mejor manera que brindar por unas fiestas tan bonitas y tan deseadas por todos.

Y claro para que esto sea posible no podemos olvidar mencionar a las bodegas partícipes de ofrecer el mejor vino ya que sin su colaboración no sería imposible celebrar estar fiestas del vino. Por supuesto ni que decir tiene que la ayuda de las empresas de corcho es indispensable, ya que es donde se pueden comprar tapones de corcho para botellas de vino de todos los tamaños, de todos los modelos y para cada una de las botellas de vino que se vendan en la zona. Una vez más vemos como la botella de vino y el tapón de corcho al final son una pareja imposible de separar.